Su padre, Alberto Izquierdo, fue el gran impulsor de la orquesta, preparándolos ya de niños para ser músicos. Después de varias transformaciones en la formación, se convierten en charanga aceptando las tendencias de la época.
En la década de 1.950, La Habana estaba repleta de agrupaciones que luchaban por tener la oportunidad de triunfar. Los Hermanos Izquierdo lucharon y trabajaron muy duro para conseguir destacarse sobresalir y ser una de las orquestas más reclamadas.