Mario Chavalonga, mas conocido por el Rey de la Tahona fue el rumbero por excelencia de Cuba, contemporáneo de Chano Pozo, Andrea Baró, Malanga, lo situaban en una auténtica leyenda viva de las raíces afro-cubanas.
Después de de su primera producción con el sello Envidia, Chavalonga hizo un esfuerzo sobrenatural y se preparó a conciencia para esta grabación. Al “Chava” como cariñosamente se le conoce en el ambiente rumbero, se le podía ver por La Habana en cualquier reunión, tanto en los sábados de la Rumba como en el Callejón de Hamel.
Queda esta obra póstuma que hemos querido llamar en su homenaje «Subiendo Al Cielo», pues murió poco después de su grabación, demostrando que seguirá siendo la auténtica figura del Guaguancó.