ARSENIO RODRÍGUEZ se quedó ciego a la edad de nueve años, por una patada que le propino un caballo. Pero esto no fue impedimento para que lograra su sueño. Pronto aprendió a tocar varios instrumentos puramente cubanos: la marímbula, la botija, el tingo talango y el tres. Pero es este último, el instrumento que le acompañó frente a su orquesta y en sus composiciones que son más de trescientas, ARSENIO fue uno de los maestros del mambo y del son.
Atrevido e innovador, ARSENIO agrega al septeto, un piano, la tumbadora cubana y tres trompetas. En un principio, los músicos de otras orquestas, creyeron que esto no funcionaría, pero al paso de un año, los septetos desaparecieron y todos los conjuntos de la época incluyeron en su agrupación estos instrumentos.
En este trabajo se incluyen grandes éxitos, algunos compuestos por el mismo: “Chicharronero”, “Arpegio Por Arsenio”, “Dundumbanza”, Llévatelo Todo”, “Juventud Amaliana”, “Mulence”, “El Cerro Tiene La Llave”, “Cangrejo Se Fue A Estudiar”, entre otros.