Entre la larga estela de afamados timbaleros cubanos, encontramos a Eduardo Antonio López (BONIATILLO). Nacido en la Habana en 1.947 e hijo del maestro del piano Jesús López de la orquesta Arcano y sus Maravillas, empezó a brillar en la década de los 60.
Alcanza su primer trabajo profesional en 1.961 en la Charanga Estrellas del 59, pero su gran oportunidad llegó de la mano de la Charanga Rubalcaba al fallecer el pailero Pedrito Arodtegui. Por aquel entonces, Rubalcaba tenia un programa de televisión, y Eduardito toco con ellos en directo sin ningún ensayo previo, como si hubiese tocado toda la vida con ellos. Ese día le pusieron el sobrenombre de Boniato (BONIATILLO) que le acompañaría para siempre.
Boniatillo ha tocado con los más importantes músicos de las tres últimas décadas: “…entre mis sueños cumplidos se encuentran el de haber tocado con la orquesta de Antonio Arcaño en un homenaje a su figura, haber hecho un disco dedicado al flautista de la orquesta Aragón y otro al inigualable piano de Chuco Valdés” – nos dice Boniatillo. Es, sin duda, el mejor en el mundo de la charanga.